CAPÍTULO 21

La semana se alargó y me las arreglé para hacer turnos en el hospital, publicar entradas de blog y estudiar con un poco más de reticencia que antes. El sueño de Ámsterdam era un recuerdo lejano, como la purpurina que se desprendía de un souvenir barato de imitación que traía de unas vacaciones de ot...