CAPÍTULO 36

Los ojos oscuros brillaron, pero no supe si con fastidio o con diversión contenida. —Me prometiste una noche más—.

Sabía que tenía algo bajo la manga. Estaba tramando algo. Mi corazón latía con fuerza en cada punto de mi cuerpo.

—Eso es más de una noche —susurré.

Su mirada me retó. —Sí.—

—¿Y des...

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