Capítulo 27

Después de una semana:

—No... No me encierres aquí... No... Abre la puerta, por favor... Abre... No... No hagas esto... Sam... —Ella gimoteaba en su mareo. Él estaba sentado a su lado, tratando de calmarla acariciándole la cabeza. Estaba preocupado y asustado al mismo tiempo—. Ella no tenía nictofo...

Inicia sesión y continúa leyendo