Capítulo 66

Me senté junto a Uriel mientras Diana conducía, sosteniendo la mano de Herculian. Las lágrimas del unicornio arreglaron el libro de Rodrick, pero el humano casi se tomó mis acciones como algo personal. El unicornio, aunque estaba apagado, aún tenía un brillo leve, casi como su título. Olía a azúcar,...

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