El chasquido

SARAH

Era un día tranquilo, como cualquier otro.

Los doctores habían venido, me revisaron. Las enfermeras me dieron la medicación, hicieron sus rutinas matutinas habituales—ejercicios, tanto físicos como mentales. Tenía un terapeuta y todo. Luego el neurocirujano vino y se fue. Y así, las únicas p...

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