Cueste lo que cueste

CULLEN

Sus labios se quedaron en los míos, suaves pero buscando, como si quisiera anclarse en mí antes de que el mundo se viniera abajo. Profundicé el beso, mi mano subiendo hasta la parte trasera de su cuello, sosteniéndola allí porque no estaba listo para dejarla ir. No todavía. Tal vez nunca.

C...

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