Capítulo treinta

—Está bien, lo entiendo y lamento lo que dije antes.

—No pasa nada, no te lo estaba reprochando.

—Solo quería disculparme. No te lo merecías.

—Gracias.

Por suerte, la canción está llegando a su fin y no puedo esperar para salir de la pista de baile y tomar un poco de aire fresco, además mis pies me...

Inicia sesión y continúa leyendo