Contigo

SARAH

Mis ojos arden, y no puedo detener las lágrimas.

Cullen sonríe débilmente a través de las suyas. —Una vez me dijiste que el amor no debería sentirse como caminar sobre vidrio, que debería sentirse como estar en casa. No entendía eso antes, pero ahora sí. Tú eres mi hogar, Sarah Sullivan. Y e...

Inicia sesión y continúa leyendo