Confesión impactante

—¡Laura, despierta rápido! Dijiste que tenías clases hoy— gritó Yola desde afuera. En lugar de levantarse, Laura se cubrió aún más con la manta.

Yola entró inmediatamente en la habitación de su hija.

—¡Dios mío, Laura! ¡Levántate!— gritó, tirando de la manta que cubría el cuerpo de Laura.

—Ah, to...

Inicia sesión y continúa leyendo