Libro 3: Capítulo 98

Kaiden

—No me gusta la tristeza en sus ojos —gruñó Rakaam.

—No te preocupes. Yo me encargo —dije para calmarlo. Ya estaba alterado pensando que ella era una intrusa, pero ahora que se había calmado, lo notó. Su aroma ocultaba sus sentimientos, pero no sus ojos.

—Me encontraré con ustedes en la ma...

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