Han venido por mí

—Tío, yo… tuve un pequeño enfrentamiento con el señor McCarthy —esas palabras lo enfadaron—. No fui grosera… bueno, algo así, si es que tú y él lo ven así. Solo le di unos consejos y luego, luego todo volvió un caos y un silencio tenaz. Lo único que quería era ayudarlo, lo juro.

—¡Por Dios, Adele! ...

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