Avariciosa

Adele retrocedió, su corazón latiendo como un tambor desbocado en su pecho. La palabra "madre" sonaba extraña, ajena, pronunciada por esa mujer elegante y desconocida. Su tío Mark, con el rostro contraído en una mueca de disgusto, se interpuso entre ellas, como si quisiera protegerla de un peligro i...

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