La sonrisa en sus labios, la torre y el cielo

Al día siguiente, Adele despierta muy temprano, sintiéndose más animada y motivada. Pensó que su jefe aún estaría durmiendo, pero no; él está leyendo el periódico mientras toma café.

—Buenos días, señor McCarthy —lo saluda, y él baja el periódico lentamente para verla. Recién despierta, se ve muy t...

Inicia sesión y continúa leyendo