¿Muy rico, cierto?

Al caer la noche, Adele ya estaba arreglada, sencilla pero hermosa. Llevaba uno de los vestidos que le regaló Annie de McCarthy y esta vez su cabello estaba totalmente suelto, sin ningún accesorio; al natural, era mucho más hermosa. Estaba ansiosa porque Emmanuel llegara y saber a qué lugar la lleva...

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