Siéntate en mi regazo

La cena transcurrió en una atmósfera de creciente intimidad. Adele, con cada bocado, dejaba escapar pequeños suspiros de placer, sus ojos brillando al deleitarse con la exquisita gastronomía francesa. Emmanuel, por su parte, la observaba con una atención que iba más allá de la mera cortesía. Sus mir...

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