Se que ella te gusta

Ares intensificó sus estocadas, y Rebeca se aferró a él, sus uñas arañando su espalda mientras los gemidos se ahogaban en sus besos. El pequeño cubículo del baño se llenó de sus jadeos y el sonido húmedo de sus cuerpos chocando. La humillación con Andrei se desvaneció por completo, reemplazada po...

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