HASTA QUE SEAS MÍA.

Rebeca suspiró, cansada de los celos de Ares, aunque de cierta forma le gustaba porque pensaba que él realmente estaba interesado en ella, como le había venido demostrando últimamente. —Liam es mi amigo, Ares. Y lo que me contó me dejó pensando, eso es todo.

—¿Pensando en qué? —preguntó Ares, con u...

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