UNA GUERRERA QUE SABE DEFENSA PERSONAL

Olegda miró a Félix y le dijo: —Sí, sólo somos unos conocidos—.

Félix dijo: —Oh, ya veo. Bueno, Olegda, vamos a salir, ¿estás interesada?—.

Olegda nunca había ido a un club antes y aceptó. Todos recogieron sus cosas y entraron en el ascensor privado que conducía directamente al estacionamiento subt...

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