Capítulo 58

Mientras estaba acurrucada en la cama, absorta en un libro, mi teléfono vibró. Un número desconocido apareció en la pantalla y un escalofrío recorrió mi espalda, encontrándolo demasiado familiar.

Con cautela, abrí el mensaje para encontrar una pregunta simple, pero intrigante: "¿Todavía estás disp...

Inicia sesión y continúa leyendo