Capítulo 77

Los ojos de la mujer se abrieron de sorpresa, y parecía desconcertada por mi reacción.

—Espera, te conozco. Eres la mujer que me ayudó esa noche.

Apreté la mandíbula mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho, mi escepticismo inquebrantable.

—¿Así lo llamas? ¡Me mentiste!

Ahora parecía genuiname...

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