Arruinado

—Su alteza real.

James sonrió al ver a Ian allí. Pero no respondió a Alfred; en cambio, le dio una mirada vacía y se fue del lugar. Cuando James se alejó, Ian preguntó en voz baja:

—Tío, ¿estás bien?

Después de tomar una respiración profunda, Alfred envainó su espada y tomó la mano de Adela.

—Es...

Inicia sesión y continúa leyendo