Hombres lobo

Adela apartó suavemente su atención del cielo. Su corazón latía con fuerza por una razón desconocida. Bajó la cabeza y tomó con firmeza el cristal en su palma. Su corazón seguía latiendo en su pecho. No podía entender por qué el cristal no se había calentado. ¿Por qué el príncipe no la había convoca...

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