Preparándose

—Madre —dijo Adela.

—Adela, lamento molestarte, cariño. ¿Estás...?

Verónica, sin embargo, se detuvo a mitad de su declaración y movió su mirada de los pies a la cabeza de Adela. Preguntó con los ojos entrecerrados y una expresión de sorpresa.

—Sigues usando la misma ropa. ¿Por qué?

Adela abrió l...

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