Tu calidez

Los ojos de Richard se posaron en la figura exquisita de Adela; su respiración se entrecortó y su corazón latió con deseo. Las suaves curvas de su silueta, acentuadas por la tenue luz de la luna, lo cautivaron por completo. Su belleza radiante, tanto graciosa como seductora, ejercía un poder irresis...

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