El corazón roto de Francis

Elisa parpadeó, sus ojos abiertos, momentáneamente desorientada por su siesta no intencionada en la silla. A medida que sus sentidos despertaban, escuchó un leve sonido de una puerta abriéndose y giró la cabeza para ver a Adela de pie allí, con una suave sonrisa en los labios.

—Mi señora, ha vuelto...

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