Anciana

—Maestro.

Pero nadie respondió; todo lo que pudo escuchar fue su eco. Había oído muchos hechos sobre este lugar. La gente se perdía aquí con tanta facilidad, y este lugar tenía una maldición cuyo motivo nadie podía descifrar. Cuando era más joven, había escuchado rumores de que un incidente espanto...

Inicia sesión y continúa leyendo