Pero, ¿por qué? ¿Y por quién?

El corazón de Adela latía con fuerza mientras los rugidos monstruosos reverberaban por los estrechos confines del castillo. Miró a su alrededor, sus ojos se movían de una pared de piedra a otra. No había lugar para esconderse, ningún santuario donde buscar refugio. Sabía que no podían quedarse quiet...

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