¿No vas a ir?

La repentina explosión de ira de Camilla tomó a Francis por sorpresa. Había navegado con cautela el campo minado de sus cambiantes actitudes, y su reacción aguda lo dejó ligeramente desconcertado. Decidiendo dar un paso atrás, Francis suspiró y asintió, reconociendo su afirmación.

—Está bien, Camil...

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