El cuidado

Me sorprende el mensaje, después de todo, ni siquiera nos habíamos presentado normalmente. Mi atención se desvía en cuanto escucho el ruido de la puerta y pronto Liam entra en la cocina, mostrándome una sonrisa. Sonrío casi automáticamente, feliz de finalmente verlo.

—Buenos días —me besa en la mej...

Inicia sesión y continúa leyendo