El contrato

—¿Ya estás dentro? —pregunto un poco sin aliento.

—Por supuesto que sí —responde Liam en un tono enfadado.

—Tranquilo, solo preguntaba —digo riendo.

—¿Dónde estás? —pregunta mientras se mueve.

—Está ahí, ¿no lo sientes? —pregunto con tono irónico.

—Tendrás que guiarme —habla y yo suspiro.

—Ya ...

Inicia sesión y continúa leyendo