Capítulo 742 El amante desapareció

Los tres se sentaron, y la habitación quedó en silencio.

George miró a Albert, con un atisbo de impotencia en su rostro.

—Albert, no puedo ayudarte con esto. Tendrás que hablar por ti mismo.

Tiffany se recostó en su silla, su expresión tranquila. Miró a los dos hombres antes de levantar elegantem...

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