Capítulo ochenta y tres: Desmayo gradual

"No, no, no. Claude, no me hagas esto," dije mientras sostenía su rostro mientras él tosía más y me miraba a los ojos.

Él sonrió débilmente antes de decirme, "Por favor, quítalos. Rápido..." demandó mientras yo asentía para quitarlos.

Fue una suerte que el Doctor McKenzie nos dejara algunos antído...

Inicia sesión y continúa leyendo