Capítulo 46

Esperanza

Mi piel estaba en carne viva, casi sangrando cuando finalmente dejé de frotarme el cuerpo y me deslicé en la cama, exhausta y aún sintiéndome sucia.

Sucia por lo que había visto. Lo que Lincoln me había obligado a ver. Y él había admitido que quería hacerme lo mismo.

—¿Estás dormida?— L...

Inicia sesión y continúa leyendo