Capítulo 84

No había señal de ella, ni siquiera un rastro de su aroma. O eso me habían dicho una y otra vez. Si alguien en la ciudad la había visto o sabía dónde habían llevado a Hope, no lo decían.

Y eso me enfurecía tanto que casi había destrozado todo el lugar. Más que las ventanas del comedor estaban rotas...

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