Capítulo 276 276

Y lo peor era que ni siquiera necesitaba usar la fuerza. Bastaba su voz, su presencia, para hacerla caer de nuevo. Para encerrarla en su maldita telaraña.

—Estás disfrutando esto, ¿verdad?

Selene apretó los dientes, humillada. La desesperación la inundaba.

¿Y ahora qué? ¿Se rendiría? ¿Se dejaría mol...

Inicia sesión y continúa leyendo