CAPÍTULO 11: Recuerdos...

—¡Ese hijo de puta!— Estoy parado en seco en el pasillo mientras miro a Randol hablando con Celeste en la puerta de su habitación. Después de unos treinta segundos, mi celos se disparan. Ella se estira y le da un beso en la mejilla. Mi boca se abre mientras veo al imbécil presumido caminar en la dir...

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