CAPÍTULO 17: Descubriéndolo...

Celeste

Después del desayuno, decido que necesito un poco de tranquilidad para pensar. Subo a mi habitación, me pongo ropa abrigada y agarro una manta. Luego, bajo las escaleras y salgo por la puerta principal sin que nadie me note. Me dirijo al claro y elijo un lugar para extender mi manta. Dios, ...

Inicia sesión y continúa leyendo