CAPÍTULO 46: Fierce...

Después de descansar un poco, finalmente es hora de enfrentar al diablo, por así decirlo. Estoy más que un poco preocupado por Celeste. No tanto porque pueda salir lastimada, la preocupación es más sobre si podrá controlarse. Todos hemos decidido estacionar el coche a unos ochocientos metros de la c...

Inicia sesión y continúa leyendo