CAPÍTULO 47: Un suspiro de alivio...

Celeste

Después de liberar a los guardias de mi control, camino de regreso hacia los chicos. Randol inmediatamente me envuelve en sus cálidos brazos. Entierro mi rostro en su pecho y respiro su aroma. Puedo sentir cómo mis nervios se calman solo con su toque. De repente, recuerdo a Tío Anthony.

—¡O...

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