Ella es mía

El rostro del Sr. Sandoval se oscureció con celos al notar el interés de Sr. Bronson en Stella. Rápidamente afirmó su posesión, agarrando la mano de Stella y acercándola a él.

—¿Es tuya, Sandoval? —inquirió el Sr. Bronson, con un tono de irritación en su voz.

—Sí —respondió firmemente el Sr. Sando...

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