Seduce a los hombres

Susan fue tras Madeline, regañándola por maldecir mientras ambas desaparecían en la habitación de Madeline. Evelina suspiró, recogió su vestido y también se dirigió a su habitación, pero James la llamó.

—Querida, Evelina. ¿Quién va a limpiar la mesa ahora, eh? No puedo ser yo —se encogió de hombros...

Inicia sesión y continúa leyendo