Capítulo 10

Blake:

Gruñí a Natalia mientras nos mirábamos el uno al otro. Sus ojos azul océano permanecían fijos en los míos, de color verde esmeralda.

Sus ojos estaban abiertos de par en par, tanto por el miedo como por la preocupación, sin mencionar su corazón acelerado que latía contra su caja torácica. Pero...

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