NICOLAI ²

El shock que sentí era palpable, mis manos temblaban y tuve que obligarme a respirar.

Había venido por él, y ahora, finalmente, estábamos cara a cara.

—¿Te crees listo, eh? —se burló en mi cara—. ¿Poderoso incluso, tratando tan duro de socavarme? ¡Pues déjame decirte esto antes de dejar tus huesos...

Inicia sesión y continúa leyendo