CAPÍTULO 262

—Ahí— murmuró ella, lamiendo mi piel muy sensible hasta que la mordida se cerró —, ese es el último lugar.

—¿Es enfermizo que haya disfrutado esto?— susurré, aún reuniendo la voluntad para controlarme del deseo violento que había desatado dentro de mí.

—Creo que a estas alturas deberías saber que ...

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