CAPÍTULO 98

Echándola de la Casa

Benedicta miró el rostro de Maurice y supo que era mejor no mentirle, pero tampoco iba a aceptar la derrota, así que decidió tomar el camino fácil. Rogar... rogar como un perro.

—Primo... sobre lo que está pasando, puedo explicarlo —dijo Benedicta, mirando a Maurice y sin mira...

Inicia sesión y continúa leyendo