Capítulo 104: Me convencí de meterme en problemas

La perspectiva de Nora

—En realidad—dije, con la voz más firme de lo que sugería mi corazón palpitante—, creo que podría entenderlo si de verdad se quisieran.

La cabeza de Alexander se giró hacia mí, sus ojos verdes y penetrantes se entrecerraron como dagas. —¿Qué demonios estás diciendo, Nora?

M...

Inicia sesión y continúa leyendo