Capítulo 93: El hogar ya no es mío

Rodé los ojos, pero una sonrisa se asomó a mis labios a pesar de mí misma.

—Dios, sí —gemí, mi estómago vacío gruñendo en el momento justo—. Mataría por una hamburguesa ahora mismo.

Liam se rió, tocando la punta de mi nariz con un movimiento juguetón.

—Hamburguesas serán, peque.

El pequeño gesto...

Inicia sesión y continúa leyendo