Capítulo 78 Es hora de que se mude

Con un jadeo, Angela se encontró por primera vez en los brazos de Carlos. Su altura era abrumadora, y ella instintivamente agarró su corbata como si fuera un salvavidas.

—¿Intentando estrangularme? —Carlos levantó una ceja.

Angela soltó rápidamente.

Viéndola tensa y rígida, él estaba desconcertad...

Inicia sesión y continúa leyendo