Capítulo 44 Nueces infartadas Parte 2

—No, corazón, tú naciste sin paciencia —se burla, poniéndose de pie—. Muy buena jugada lo de Valentino —levanto mi mano para advertirle que deje de decir eso cuando susurra—: no te preocupes, de esta boquita no saldrá nada; y como te lo prometí te diré sobre aquellos pretendientes que tenga mi amazo...

Inicia sesión y continúa leyendo