Capítulo 58 Las tres “efes” Parte 2

—Bien solo póngase al corriente con los mails que le mandé —gruñe sin apartar la vista de su computador.

—Me retiro —cierro la puerta y le saco la lengua—. Maldito nada le cuesta ser amable por una vez en su miserable vida —me quejo en un siseo, pero cuando recuerdo que el muy infeliz tiene una cáma...

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